El pasillo del supermercado. El de las bebidas. Él coge cervezas. Seis latas. Mahou. Ella agua con gas. Él la ve de lejos y sonríe. No conoce a nadie más que compre agua con gas. En eso no ha cambiado. Es en lo único en lo que no ha cambiado.
Hola. Hola.
Se observan un eterno instante a prudente distancia antes de darse dos torpes besos. Se miden. Ella tiene la tierna belleza de las embarazadas. Él está un poco más gordo. Un poco más calvo. Un poco más viejo.
¿De cuanto...?. Diecinueve semanas.
Subraya su respuesta acariciándose la barriga.
¿Y tú? ¿Sigues con...?. Sí.
Uno, dos, tres, cuatro segundos de silencio.
¿Y sabe ya que la harás infeliz?
Forzado tono jocoso. Sonrisa artificial. Él devuelve la sonrisa. Y el tono.
No. Aún no se lo he dicho. Deberías. Sí, debería.
Otra vez silencio. Se estudian la compra. Él, una cesta. Patatas fritas, cerveza, pizza congelada, desodorante. Ella, un carrito. Lleno.
He de irme, claro, sí, yo también, es que tengo..., sí, yo también tengo..., que me alegro de..., sí, yo también me alegro..., estás, te veo muy..., gracias, y tú.
Se acercan. Descoordinados. Medio abrazo. Un beso en la mejilla. Con el segundo, desatinado, se rozan los labios. Los labios. Se miran los labios. Se besan en los labios. Tiernos. Ella retiene el beso. Muerde levemente el inferior antes de zafarse con lentitud de su imprudencia. Él la deja ir.
Sin volverse, tirando del carro lleno hacia la caja, ella sonríe. Cabrón, masculla. Pero sonríe.
Hola. Hola.
Se observan un eterno instante a prudente distancia antes de darse dos torpes besos. Se miden. Ella tiene la tierna belleza de las embarazadas. Él está un poco más gordo. Un poco más calvo. Un poco más viejo.
¿De cuanto...?. Diecinueve semanas.
Subraya su respuesta acariciándose la barriga.
¿Y tú? ¿Sigues con...?. Sí.
Uno, dos, tres, cuatro segundos de silencio.
¿Y sabe ya que la harás infeliz?
Forzado tono jocoso. Sonrisa artificial. Él devuelve la sonrisa. Y el tono.
No. Aún no se lo he dicho. Deberías. Sí, debería.
Otra vez silencio. Se estudian la compra. Él, una cesta. Patatas fritas, cerveza, pizza congelada, desodorante. Ella, un carrito. Lleno.
He de irme, claro, sí, yo también, es que tengo..., sí, yo también tengo..., que me alegro de..., sí, yo también me alegro..., estás, te veo muy..., gracias, y tú.
Se acercan. Descoordinados. Medio abrazo. Un beso en la mejilla. Con el segundo, desatinado, se rozan los labios. Los labios. Se miran los labios. Se besan en los labios. Tiernos. Ella retiene el beso. Muerde levemente el inferior antes de zafarse con lentitud de su imprudencia. Él la deja ir.
Sin volverse, tirando del carro lleno hacia la caja, ella sonríe. Cabrón, masculla. Pero sonríe.
22 comentarios:
La calvície del cabrón crece inversamente proporcional a la belleza majestuosa de la embarazada.
Primera ley de la espabilá.
Un enorme abrazo de alguien a quien le encanta el agua con gas
Me encanta el banner de la peli que elegiste "Amores perros", es sin duda una de las que màs me gustaron estos ùltimos tiempos.Se la recomiendo a todo el mundo. la vi hace años y no me canso de verla, no sé la de veces que la he visto. Esos retazos entrecortados que al final se enlazan, (ya se habîa hecho de manera magistral también en clàsicos y menos clàsicos) pero plàsticamente esta peli y el libro son extraordianarios. Gracias Elena.
Te dejé en mi blogg un "juego relato", para usar durante mi ausencia, serà mi manera un poco "perrilla" de ocuparos durante mi ausencia.
En esta lista de la compra faltan un par de abrazos y unas latas de Coca-cola Zero. La calva y la tripita estàn.
Un beso
Las historias de carne y hueso, tan imperfectas y reales, inclusive con ese furtivo beso, cierto o no, cargado de una pasión envenenada y marchita, irresistible objeto de pecado, y como no, todo aderezado con mucha hipocresía.
Muy buen relato, un saludo.
Pensaba exactamente en otra peli que me recuerda por la manera en la que se filmô a ésta que es la de "Vidas cruzadas" (Short Cuts)
con Anne Archer,Peter Gallagher, Fred Ward, Andie MacDowell entre otros de Robert Altman que me produjo en el 93 el mismo impacto.
La memoria.. por eso volvî.
Un abrazo
La compra de él me suena a soledad involuntaria, a pesar de estar todavía con la que hará infeliz.
La belleza embarazada, con sombras
de rencor.
Un retal de humanidad envuelto en carrito de supermercado, tan real como los silencios.
Una sonrisa con gas.
Cotidiana. Esa es la palabra que como ajetivo me ha venido a la mente tras leer esta entrada, tan bien escrita. Cotidina.
Pd.- Tu Casablanca, sigue esperándote.
un cuento perfecto para nuestras imperfectas vidas.
bravo, elena.
Pizza, patatas fritas, cerveza. Te ha faltado decir que había fútbol este fin de semana, jajaja.
Me quedo con la sonrisa de la chica. Hay cabrones tan adorables...
Besos.
Una mirada a la rutina, un golpe a lo aburrido. La historia mía y la del vecino.
Me espabilé en tu lectura.
Estas cosas no terminan hasta que terminan.
Pero nunca terminan cuando creemos que terminan. Por lo general siguen, y no nos damos cuenta.
Porque amores que matan, nunca mueren.
Solo pasé a saludar.
Mac.
En palabras del inmortal Becquer:
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose, y yo digo:
"¿Cómo puede reír?"
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: "¡Acaso ella sonríe
como sonrío yo!"
La sonrisa de ella es de cierta victoria.
Habría que ver la cara de él.
He llegado a tu casa deambulando.
Me gustan tus historias.
repetiré con tu permiso.
Que sensación más exquisita es la de darle un beso a un viejo amor y después marcharse sin culpa y sin conflictos.
Excelente relato
Un abrazo
unaimagenpalabrasmil.blogspot.com
Tres veces he leído la lista de la compra y no comento porque me disperso buceando en los rinconcitos blogueros que te visitan. Las tres he llegado a la misma conclusión: el hijo es de él.
Cabrón.
¡Ay ...esas gripes mal curadas!
Besos, guapa
Hay amores que matan. Pueden estar separados y con distintas parejas , pero parece que no todo está muerto entre ellos, ¡ y se conocen demasiado! y y se añoran un tanto...
Ya que hablan de pelis, no sé si estoy mezclando historias, pero me vino a la memoria al leerte 9 vidas. Pasaba algo parecido.
Quizás se vuelvan a cruzar y sea distinto… Me gustaría pensar que sí… Creer en ese amor.
Muy lindo como en la rutina alguien puede encontrarse algo, ese algo que nadie mas lo nota...
Un beso
¿Porqué la gente se resiste a ser feliz?
¿Tanto valor hace falta para vivir? Si, hace falta mucho valor y casi todos carecemos.
Saludos
me tengo que enterar si "El misteri de l'amor" está traducido. Sino, es que te lo traduzco yo, joder, que lo has de leer.
Creo que me compraré Rexona, a ver si nunca me abandona...
¡ Salud !
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