jueves, 21 de mayo de 2009

Yo no soy tonto.

- ¿Acaso te crees que soy gilipollas?

La pregunta retórica del millón. Con su entoncación de suficiencia y la intención de salvarme la vida si le digo lo que quiere oír. Sin duda, era un grandísimo gilipollas.

- No, claro que no.

Pensé en la de veces que un gilipollas me había echo la misma pregunta. Pensé en la de veces que yo mismo había hecho la misma pregunta a alguien. Nunca nadie me ha contestado que lo soy.
.

20 comentarios:

Raúl dijo...

A los gilipollas no les/nos gusta escuchar la verdad. Apenas la entendemos.
Besos.

vittt dijo...

no lo creo. lo sé.

Dr. JuanPa dijo...

Estos diálogos que te inventas son chulos, chulos, ein?

Y reales. En la cabeza de todos estan pero no en las bocas. Tal vez sea mejor así.

Un saludo.

Arcángel Mirón dijo...

Nunca entendí esa frase que dice "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
Justamente: como no tiene remedio, es triste.

pepa mas gisbert dijo...

Como yo soy de las que si les hacen la pregunta contesta:
"Si, eres gilipollas"
lo que hago es no hacer la pregunta, así nadie me dirá que lo soy.
Fácil, yo no soy tonta.

Beso inteligentísimo

Camy dijo...

Algún día se van a encontrar la respuesta, pero...¡yo creo que ya la conocen! ¿Por qué no se queda la pregunta en tontos?... Es menos dramática para contestar...
un beso

Juanjo Montoliu dijo...

Es una pregunta que merece la afirmación o el silencio (quien calla otorga) como respuesta.
Por cierto, odio profundamente al gilipollas del anuncio del Media Markt.

Besos.

lopillas dijo...

Espabilá, no te sé responder a la pregunta porque me faltan datos (aunque por tu blog, buenísimo, deduzco que no), lo que sí sé es que eres valiente con mayúsculas.
Un placer encontrar tu rinconcito.

ana dijo...

Al que nunca nadie le haya dicho que es un gilipollas (y musitandolo para que ni lo oyera el susodicho/a se vale) que levante la mano.

L dijo...

En el fondo todos somos un poco de gilipollas. Pero no esta mal, nos hace mas humanos. Saludos, saludos :)

-L.

Fėlix Brun dijo...

--¿Acaso te crees que soy gilipollas? --le dije, y se quedó mirándome, casi repasando cada uno de las micras de mis ojos. Los músculos de su cara se tensaron. Era evidente que en su mente un 'Sí' enorme, con letras fosforescentes y flechas de neón invadía todo su pensamiento, pero estaba inentando que no se le notara.

--No, claro que no --me dijo, y apartó durante un segundo la mirada de mí y su pecho se agitó en un respirar de alivio. Quizás yo no era la primera persona que se lo preguntaba, pero esta era, sin duda, la primera vez que, al preguntarlo, percibía que me engañaban al decirme que 'no'.

antonio dijo...

MUY BUENO
DE ACUERO TOTAL CON RAUL

Cristian dijo...

todos somos un poco gilipollas...
andaba por Internet dando vueltas, te encontré, y me pareces algo espectacular.

Anónimo dijo...

Abrí mis paracaídas y caí aquí.

Me gusta ver la cara de "yo no estoy aquí" que vemos a nuestro interlocutor.

Saludos,

Anónimo dijo...

Los que hacen esa pregunta demasiado a menudo suelen serlo...

Gabriel Jiménez dijo...

¡Hola! Muy edificante aportación...

En mi país, al menos el 99.9 % de la población masculina desconoce el significado de la palabra "gilipollas". En un intento lene de adivinar quizá proponga que gilipollas es un gallo que desconoce, porque nadie se lo dijo, que gallina vieja hace un buen caldo... En México tampoco sospechan, aparentemente, que los machos cabríos son indolentes... En fin.

Muy edificante aportación...

More Gemma dijo...

Muy bueno! A mí tampoco me lo dijeron... o será que no quise escucharlo. Saludos, Eusebia.

Tesa dijo...

Aysss
...somos una panda de hipócritas cobardes

Parménides de Elea dijo...

Como decía Epicteto de Frigia: La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad. El silencio tácito, casi complaciente o incluso cobarde hubiera demostrado al "gilipollas" ser tal desde la sinceridad. La mentira, cursando con la complicidad del otro que se sabe insultado en silencio, atenta contra la verdad.

Juanma dijo...

Genial.
Humor del bueno, negro y en conserva.
Eres un sol cariño.

¡ Salud !